Un tema complicado que siempre se intenta evitar es la muerte. Es un tema tabú, nos sentimos incomodos hablando sobre el, no sabemos como hacerlo y tampoco cuando.
Cuando somos adultos tenemos una forma de llevar las cosas y como somos más mayores podemos comprenderlas, pero ¿qué sucede con un niño?
¿Cuándo es el momento adecuado?¿Cómo se lo explicamos? Son muchas las preguntas que nos hacemos en relación a este tema.
Después de debatirlo, a la conclusión que he llegado es que es difícil tratar el tema de la muerte pero se tiene que hacer.
En las edades más tempranas, de 2 a 7 años, creo que es importante que se explique que esa persona o animal no se encuentra con nosotros. Esto se puede explicar directamente pero en ocasiones es difícil. Yo hasta ahora no sabía que existían cuentos que trataran la muerte y me parece muy buena idea explicarle a un niño mediante un libro este tema. Pienso que no se debe adornar mucho la historia porque los niños son muy inocentes y se lo creen todo, a veces adornar demasiado la historia lo único que puede hacer son preguntas incomodas para el adulto o que el niño crea cosas imposibles.
Cuando los niños pequeños pierden a alguien, en muchas ocasiones no tienen el sentimiento de falta porque no son del todo conscientes de lo que ha sucedido.
Pensamos que evitando no comentarlo se solucionan los problemas y creemos que ellos no van a preguntar pero al igual que nosotros buscamos respuestas ellos también las necesitan.
La primera idea que hay que tener para hablar de
la muerte a un niño es que “siempre hay que decirle la verdad”
-Eludir hablar de un asunto que es evidente que afecta a la
familia envía un mensaje equivocado para el niño
-Es importante ser receptivo a las preguntas del niño o la
niña, porque forma parte del proceso del duelo. Hay que observar su
comportamiento. Puede no apetecerle jugar, no estar con sus amigos, buscar
estar más con su familia y demandar más cariño y más contacto físico. Ahí se ve
que el niño está distinto y lo está pasando mal, tanto antes como después del
fallecimiento del ser querido”
Es muy importante que no tengamos a los niños al margen de
los rituales de despedida.
Un niño también necesita llorar una pérdida y necesita
apoyo, comprensión y cariño.
¿Cómo lo tratarían?
¿Cómo lo tratarían?
