Era famoso por su fantasía y por su originalidad, Gianni
Rodari hizo un importante contribución a la tarea de renovar la literatura
infantil mediante cuentos, canciones y poemas.
A pesar de que hace más de 30 años de su fallecimiento, las
obras de Rodari continúan divirtiendo y emocionando a lectores de todos
los rincones del planeta.
El nombre de Gianni Rodari significa mucho para niños y
educadores de todo el mundo por la riqueza y la relevancia de su obra, una de
las más importantes de la literatura infantil del último siglo. Italiano,
nacido en la localidad piamontesa de Omegna el 23 de octubre de 1920, fue
maestro, periodista, escritor y pedagogo.
En la obra de Rodari encontramos un firme compromiso
pedagógico, no solo destinado a los niños, sino también a educadores y padres,
unido a un deseo de reforma social, manifestado en su espíritu pacifista o en
la preocupación por los menos favorecidos frente a los estamentos sociales más
altos.
-Veinte
historias más una: Este libro reúne veinte historias que hablan
de personajes singulares y aventuras dispares. ¿Dónde está la línea que separa
la fantasía de la realidad? Una recopilación de historias que transportan a un
mundo de imaginación no exento de realismo.
-El cazador
desafortunado: Un día José cogió la escopeta y se fue de caza. Al
ver una liebre, levantó la escopeta, apuntó por la mira y apretó el gatillo.
Pero la escopeta dijo ¡pum! con voz humana, y en vez de disparar la bala, la
tiró al suelo. Un divertido cuento de uno de los mayores escritores
contemporáneos.
-El hombre que
compró la ciudad de Estocolmo: Al mercado de Gavirate van a parar
ciertos hombrecillos que venden de todo, y no hay lugar donde hallar
profesionales más entendidos en el negocio de la venta que ellos. Un viernes
apareció por allí un tipo que vendía cosas raras: el Mont Blanc, el Océano
Índico, los mares de la Luna; tenía tanta labia que una hora después no le
quedaba más que la ciudad de Estocolmo. La compró un barbero, a cambio de un
corte de pelo y una fricción con colonia.
-El camino que
no iba a ninguna parte: A la salida del pueblo había una bifurcación
con tres caminos: uno iba hacia el mar, el segundo a la ciudad y el tercero no
iba a ninguna parte. Cuando Martín fue lo bastante mayor, una mañana se levantó
temprano, salió del pueblo y, sin darle más vueltas, tomó el camino misterioso
siempre adelante.
-El paseo de
un distraído: Érase una vez un niño tan distraído que yendo por
la calle empieza a perder partes de su propio cuerpo.
-Jaime de
cristal: Hace tiempo, en una ciudad lejana, vino al mundo un niño
transparente. A través de su cuerpo se podía ver igual que a través del aire y
del agua. Se veía su corazón palpitar y se veían sus pensamientos deslizarse
como peces de colores en su pecera.
-Uno y siete:
Un sólo niño que a la vez es siete niños. Una historia que nos habla de paz y
tolerancia.
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