domingo, 18 de mayo de 2014

Gianni Rodari

Era famoso por su fantasía y por su originalidad, Gianni Rodari hizo un importante contribución a la tarea de renovar la literatura infantil mediante cuentos, canciones y poemas.
A pesar de que hace más de 30 años de su fallecimiento, las obras de Rodari continúan divirtiendo  y emocionando a lectores de todos los rincones del planeta. 
     
El nombre de Gianni Rodari significa mucho para niños y educadores de todo el mundo por la riqueza y la relevancia de su obra, una de las más importantes de la literatura infantil del último siglo. Italiano, nacido en la localidad piamontesa de Omegna el 23 de octubre de 1920, fue maestro, periodista, escritor y pedagogo.
En la obra de Rodari encontramos un firme compromiso pedagógico, no solo destinado a los niños, sino también a educadores y padres, unido a un deseo de reforma social, manifestado en su espíritu pacifista o en la preocupación por los menos favorecidos frente a los estamentos sociales más altos.
-Veinte historias más una: Este libro reúne veinte historias que hablan de personajes singulares y aventuras dispares. ¿Dónde está la línea que separa la fantasía de la realidad? Una recopilación de historias que transportan a un mundo de imaginación no exento de realismo.
-El cazador desafortunado: Un día José cogió la escopeta y se fue de caza. Al ver una liebre, levantó la escopeta, apuntó por la mira y apretó el gatillo. Pero la escopeta dijo ¡pum! con voz humana, y en vez de disparar la bala, la tiró al suelo. Un divertido cuento de uno de los mayores escritores contemporáneos.
-El hombre que compró la ciudad de Estocolmo: Al mercado de Gavirate van a parar ciertos hombrecillos que venden de todo, y no hay lugar donde hallar profesionales más entendidos en el negocio de la venta que ellos. Un viernes apareció por allí un tipo que vendía cosas raras: el Mont Blanc, el Océano Índico, los mares de la Luna; tenía tanta labia que una hora después no le quedaba más que la ciudad de Estocolmo. La compró un barbero, a cambio de un corte de pelo y una fricción con colonia.
-El camino que no iba a ninguna parte: A la salida del pueblo había una bifurcación con tres caminos: uno iba hacia el mar, el segundo a la ciudad y el tercero no iba a ninguna parte. Cuando Martín fue lo bastante mayor, una mañana se levantó temprano, salió del pueblo y, sin darle más vueltas, tomó el camino misterioso siempre adelante. 
-El paseo de un distraído: Érase una vez un niño tan distraído que yendo por la calle empieza a perder partes de su propio cuerpo.
-Jaime de cristal: Hace tiempo, en una ciudad lejana, vino al mundo un niño transparente. A través de su cuerpo se podía ver igual que a través del aire y del agua. Se veía su corazón palpitar y se veían sus pensamientos deslizarse como peces de colores en su pecera. 
-Uno y siete: Un sólo niño que a la vez es siete niños. Una historia que nos habla de paz y tolerancia.



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