Detrás de una roca nace un pequeño ser parecido a una
lagartija de ojos rojos, pero los animales del bosque lo expulsan de allí por
ser diferente, él se enfada y su cuerpo empieza a crecer hasta ser enorme...
Utilizando la técnica del teatro negro y
ambientada con mágicos elementos que evocan la exuberancia de la naturaleza,
esta obra nos va desgranando su principal mensaje: la construcción de
nuestra identidad depende de quienes nos rodean y son ellos quienes pueden
hacer de nosotros seres monstruosos o seres magníficos.
Lo importante no es lo que tenemos, sino cómo somos y la
clave de la felicidad está en descubrir a las personas que nos quieren y son
capaces, por tanto, de convertirnos en seres singulares, pero sobre todo
generosos y alegres.

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